En tierra firme, al norte de la provincia de Burgos, hay un pequeño pueblo de apenas 100 habitantes, Sargentes de Lora, que esconde bajo tierra 130 millones de barriles de petróleo -lo que consume nuestro país en 130 días-, pero, aún en un momento de emergencia energética, el Gobierno no concede la licencia para explotar el campo pese a la insistencia y el interés del municipio, que en su día fue bautizado como el ‘Texas’ español, y de una empresa como la canadiense Proton Technologies.