Lo primero que hay que tener en cuenta al visitar esta gran feria internacional es que hay que llevar cuidado con lo que parecen las cosas. Por ejemplo, si ves algo en el suelo y te parece un desperdicio que se ha caído y tienes la tentación de darle una patada, es posible que la cagues porque se trate de una obra de arte. O si en una pared ves algo que pueda parecer un pedazo de cinta aislante que haya olvidado un montador, o un chicle pegado, bien puede ser la ramificación de una pieza artística valorada en miles de euros.