La atracción consiste en cinco ponis sujetos a una estructura que "los esclaviza, obligándoles a estar de pie dando vueltas en círculo de una manera constante e ininterrumpida, y en un ambiente estresante con música a toda potencia, alboroto, luces y un ruido que puede llegar a alcanzar los 125 decibelios durante largas horas". "Pudiera pensarse que se trata de una atracción de feria más, pero la realidad que se esconde detrás de este tipo de negocios es tan cruel como inhumana. Los ponis se ven sometidos a un abuso constante siendo obligados