Para muchos en América Latina, Muamar Gadafi no es un líder más del mundo árabe que hoy se encuentre en problemas, sino que es una referencia histórica que alimentó sentimientos revolucionarios en Cuba o Nicaragua y, más recientemente, en Venezuela. El líder libio ha recibido el apoyo expreso del presidente Daniel Ortega, en Nicaragua, y el del ex presidente de Cuba, Fidel Castro; las condenas en Perú y Brasil, y sobre todo, el notable silencio de Venezuela.