Los festejos taurinos del Domingo de Resurrección, aliñados con la temeridad disfrazada de valentía y con un consumo excesivo de alcohol en muchos casos, dejó un reguero de más de 60 heridos en la provincia. Desde 1999 no se registraba un balance parecido. Las administraciones implicadas en la celebración de estas fiestas tan arraigadas en Arcos, Vejer, Paterna, Los Barrios y Benamahoma y que casi siempre acaban con sangre, reaccionaron como en ediciones anteriores: la Junta certifica que todos los festejos cumplían los requisitos legales.