El secretario de Estado de Transportes francés ha desvelado que la Dirección General de Aviación Civil (DGAC) de Francia había constatado "cierto número de defectos" en el avión yemení, a partir de entonces el avión no volvió a volar en Francia, aunque el aparato despegó de Marsella con destino a Yemen. La polémica está abierta porque el ministro yemení de Transporte asegura que el aparato había pasado una revisión completa bajo la supervisión de Airbus en el mes de mayo.