El lenguaje popular es parte de la apuesta política de Maduro. Funcionó con Chávez, hasta el punto que el líder de la oposición, Capriles, ha optado en esta campaña electoral por un lenguaje más cercano y por cambiar su indumentaria: ahora se dirige a la gente ataviado con una gorra, chándal o camisa remangada. El lenguaje popular, que los medios de comunicación europeos atribuyen al chavismo, no es exclusivo de este. Consciente de su eficacia electoral, la oposición lo emplea cada vez más, usando término como 'pueblo' o 'trabajadores'.