El ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, quiso destacar que «España rompe la brecha educativa y se sitúa por primera vez en la historia entre los países más avanzados». Y colocó a España en el mundo: en Lectura, por encima de la OCDE, y al nivel de Suecia, Dinamarca, Francia o Estados Unidos, superando a Suiza, Austria o Italia; en Matemáticas, al mismo nivel que la media de Occidente pero por encima de Estados Unidos o Luxemburgo y a la altura de Francia, Portugal, Italia, Suecia o el Reino Unido;