Según datos de la Agencia Tributaria, la presión fiscal en España —recaudación vía impuestos sobre el Producto Interior Bruto— está muy por debajo de la media europea, ya que no alcanza el 38,9% del PIB frente a casi el 46% de media de la UE. Está muy por debajo de países como Francia (53,5%), Grecia, (47,8%), Italia (46,4%), Alemania, (45,6%), Portugal (43,5%) y solamente próxima a Reino Unido, considerado un país en el que el sector público apenas tiene peso, como consecuencia del plan de privatizaciones de la era de Margaret Thatcher.