El Estado espió, lo que abre una brecha ética descomunal. Se ha señalado, por otra parte, que en toda esta emisión de escuchas fue espiado Aragonès cuando era vicepresident. Lo que indica que también fue espiado el entonces president, Torra. Lo que abre, a su vez, otra brecha, más allá de la ética. En la inteligencia. ¿Qué sentido tiene investigar a, ejem, el pobre señor Torra? ¿Qué sentido tiene investigar objetos míticos, cuyo discurso y acciones se reconducen hacia la mítica y la nada?