Entendido en el contexto del incipiente movimiento
#MeToo, este caso era especialmente significativo: los tiempos de omertá entre compañeros de profesión, respuestas evasivas y bloqueos a periodistas habían acabado; los días de rendir cuentas estaban aquí para quedarse. En su intento por reactivar una carrera tocada y casi hundida, el cómico ha abrazado con fuerza los postulados de la alt-right.