Una exposición irregular a la luz afecta directamente el estado de ánimo y potencia una conducta depresiva pero no incide en la estructura del sueño, según un estudio de científicos estadounidenses publicado hoy por la revista Nature. Un equipo de investigadores de la Universidad Johns Hopkins, en Maryland, y de la Universidad Rider, en Nueva Jersey, comprobó, en un estudio con ratones, que las alteraciones en los ciclos de luz y oscuridad tampoco afectan a los ritmos circadianos, los procesos biológicos que ocurren una vez al día.