Ninguno de los principales acusados, es decir, el cabecilla de la trama, Francisco Correa, su número dos, Pablo Crespo, o el extesorero del Partido Popular, Luis Bárcenas, han cerrado acuerdos para reconocer los hechos y devolver el dinero sustraído. Aunque ellos aseguran que todo su patrimonio está bloqueado, la Fiscalía sospecha que todavía no se han encontrado todos los fondos supuestamente desviados.