En mayo de 2014, una aeronave Cessna 150 despegaba del aeropuerto Front Range cerca de Aurora para realizar un vuelo recreativo, pero una foto cambiaría su destino.

No puede ser casualidad que esta última década haya coincidido con la peor crisis económica y con la explosión de la corrupción con el fin del bipartidismo. Los ERE y la Gürtel empezaron siendo cuatro golfos y dos trajes. Luego llegaron las tarjetas 'black' y los papeles de Bárcenas. Los billetes para asar una vaca y el Jaguar en el garaje. Y todo esto hubo que tragárselo en los años de la austeridad que ahora Mariano Rajoy comenta echándose unas risas en El Hormiguero. Y todavía habrá quién se pregunte cuándo empezó la crisis del sistema.

Leo en la prensa que hay una empresa británica dispuesta a pagar más de cien mil euros a la persona que ceda los derechos de su rostro para crear un robot que sería su viva imagen. Me sorprendo sobre todo por la cifra, porque a estas alturas uno pensaba que un rostro no valía nada. Veo por la calle a esas personas que en tres minutos se han hecho diez selfies, y entonces me pregunto lo devaluado que tiene que estar en su mente –y no digamos para los demás– su rostro, esa maravilla natural que es privilegio de originalidad.

Grabación de conversaciones dentro del auto, certificación del chofer mediante una foto, también una función que detecta si hay paradas prolongadas durante el trayecto y hasta el análisis de antemano acerca de un viaje potencialmente peligroso realizado por un equipo de especialistas, son algunas de las innovaciones de la app, que se irán incorporando en los próximos meses.

A los 17 años, Miché Solomon descubrió que tenía dos madres: una real, una falsa. Todo empezó con el robo de un bebé en un hospital de Ciudad del Cabo, Sudáfrica. Esta es su historia.

La Vanguardia: "Dos manifestantes se toman una selfie mientras las barricadas arden en el fondo durante los disturbios de la pasada noche en Barcelona." Lluis Gené / AFP

Aunque los nuevos iPhone 11, 11 Pro y 11 Pro Max destacan por tener la mayor autonomía vista en un iPhone, pudiendo reproducir vídeo hasta 20 horas seguidas sin pasar por el cargador, la actualización que más llama la atención es la del apartado fotográfico. Si bien la triple cámara trasera de los modelos Pro resulta más llamativa que la del terminal de entrada, el iPhone 11 "a secas", las tres versiones integran una cámara frontal con sistema TrueDepth de 12 megapíxeles que permite grabar vídeo a 120 fps.

Eran las siete de la tarde del domingo cuando agentes de la Policía local de Gijón, de paso por el barrio de Cimavilla, no daban crédito a lo que estaban viendo en el acantilado del cerro de Santa Catalina, justo en las inmediaciones del skate park y la pista polideportiva que se está remodelando.

En este mundo todo lo que merecía la pena, desde los discos de los Kinks hasta poner la cabeza en el hombro de alguien que quieres, se ha ido a la mierda. Las ideas también. Ahora basta con tener objetivos, como si todos formáramos parte de un comando de los putos Boinas Verdes. A él nadie le contó eso, nadie le advirtió que el futuro iba a ser este páramo inmoral animado con ritmos dominicanos hechos en Miami y donde las aspiraciones iban a quedar reducidas a pasearse en taxis negros con pinta de coches de mafiosos.

La luz azul de los teléfonos móviles y, en el peor de los casos, los flashes de los turistas menos discretos no son inocuos para los animales. Este tipo de estímulos interrumpen hábitos como la alimentación, las relaciones o el apareamiento entre los animales debido a que suponen una situación de estrés para ellos.

Peligroso selfie de unos turistas y su guía con un guepardo durante un safari en Tanzania.

Saber cómo sacarse una selfie cuando no llegas a ver tu teléfono, puede parecer una cuestión frívola. Sin embargo, muchos servicios que se contratan online y requieren medidas de seguridad para utilizarlos, la piden.

Una cola kilométrica recorre el Louvre desde que la Mona Lisa se ha mudado a su nueva sala. Nos unimos al rebaño multinacional para pasar unos segundos, teléfono en mano, ante la obra de Leonardo que visitan unas 20.000 personas al día.

Hay vida en las aplicaciones que utilizan los selfies más allá de la polémica FaceApp. El MIT creó en los últimos meses AI Portraits, una aplicación que reconoce el rostro de los usuarios y los compara con su base de datos de más de 45.000 cuadros. Así, la Inteligencia Artificial responde con un retrato artístico, el que más se parezca a la cara que tenga que analizar. Además, los datos sólo se utilizan para la búsqueda del retrato y se eliminan inmediatamente

La aplicación de moda, FaceApp , está haciendo que Twitter e Instagram se inunden de selfies de famosos y anónimos caracterizados como ancianos, niños o cambiándose de sexo. Un divertimento más hasta que el portal Hipertextual ha publicado una reflexión sobre cómo estaríamos exponiendo nuestra privacidad con esta app de origen ruso.

Esto explica muy bien el mundo de hoy en día…

El joven británico que estaba herido muy grave tras caer este miércoles al vacío desde un altura de 12 metros al hacerse un selfi en el paseo marítimo de Punta Prima, en Orihuela-Costa (Alicante), un suceso en el que murió un compatriota, ha fallecido este jueves en la UCI del Hospital General de Alicante, donde permanecía ingresado, según han informado fuentes sanitarias.

Un hombre ha muerto y otro ha resultado herido tras caer desde una altura aproximada de entre seis y diez metros en la zona de Punta Prima, en Orihuela-Costa (Alicante), al parecer "al querer hacerse una foto", según han informado fuentes de la Guardia Civil.

Euphoria, la serie de HBO que genera más polémicas por segundo, ya nos enseñó en el primer capítulo que el mundo es un lugar siniestro, sobre todo para los adolescentes. También que la vida de instituto es muy perra, que las apps de ligar tienen mucho peligro y que, mires donde mires, hay penes por todas partes. En el tercer episodio, y ya vamos a entrar en materia, Rue, el personaje de Zendaya, ofrece un clase magistral sobre cómo son y cómo deberían ser las fotos de penes que se envían vía Whatssapp, Instagram, Tinder, etc.

STEFDIES, una serie fotográfica donde la artista se hace selfies, con la peculiaridad de que posa muriendo. La artista nos recuerda que algún día moriremos. Su figura boca abajo es universal, y nos representa a todos.

Las fotografías que se han tomado turistas en la zona de exclusión de Chernóbil han provocado controversia por su "insensibilidad " ante lo ocurrido en ese enclave: el peor accidente nuclear de la historia.

Según un estudio el 10% de personas que muestran interés por realizarse una intervención de cirugía estética lo hace por el descontento con su apariencia en los selfies.

El mundo de las cámaras frontales no para de reinventarse. La última idea viene de China y se basa en instalar la cámara bajo la pantalla de tu móvil

En el mundo muere más gente por hacerse un selfie que por ataques de tiburones. Aquí van algunos datos sobre esta trágica idiotez.