Los médicos están sujetos a errores como el resto de profesionales, pero sus errores tienen consecuencias directas sobre los pacientes. Intervenciones quirúrgicas erróneas, empleo inadecuado de los medios, infecciones hospitalarias, falta de atención en Urgencias, etc, errores que, en ocasiones, se traducen en fallecimientos, tetraplejias, parálisis y un largo etcétera.