Más allá de la política corrupta que se esconde tras este aeropuerto, del que no voy yo a valorar su idoneidad, su necesidad o su gestión, está el hecho de que es una infraestructura que ya está construida (aún no podemos viajar en el tiempo para evitar su creación), y que todavía no tiene ningún dueño que la esté operando. Por tanto, ¿no es de agradecer que los equipos de carreras y las marcas de coches estén interesadas en darle uso a esta infraestructura, al tiempo que generan ingresos económicos para la zona?