Alrededor de la tercera o cuarta vez que me conecté a Twitter para encontrar "
#AmberHeardIsAPsychopath" en la parte superior de la lista de tendencias, me di cuenta de que ya no había ninguna pretensión de que el juicio por difamación Depp-Heard no fuera un reflejo terrible y premonitorio de los peores impulsos de nuestra cultura. Los medios de comunicación han cubierto el grado en que este juicio ha servido como un referéndum sobre el movimiento Me Too y un canto de sirena a los maltratadores domésticos. La narrativa del juicio ha sido...