Aunque el verano esté apuntando ya a su fin, siempre hay tiempo para un último chapuzón. Viene bien. Refresca, ayuda a encontrar la paz bajo el agua y, como explica el escritor y periodista James Nestor, baja automáticamente el ritmo cardíaco gracias a un don que los humanos conservan desde hace siglos: el reflejo mamífero de inmersión.James Nestor es el autor de DEEP: Life, Death & Amphibious Humans at the Last Frontier on Earth, un libro en el que explica los hallazgos del investigador Per Scholander acerca de los cambios que sufren los se