El delito de odio,o el agravamiento de los delitos acudiendo a este elemento,se concibió como protección para colectivos vulnerables que han sido históricamente objeto de agresiones individuales y colectivas por algún rasgo como puede ser la raza,la religión,la etnia,la cultura o las creencias de las víctimas. En ningún caso se debe contemplar la profesión o algo parecido. Cuando ha habido altercados entre taxistas y conductores de Uber,a nadie se le ha ocurrido pensar en acudir al agravamiento de los delitos de agresión añadiendo el elemento..