Patxi López desnortado, Pedro Sánchez sobrado, Susana Díaz boquiabierta. Nadie, ninguno de los tres candidatos esperaba que este lunes, cuando llegara la hora de la verdad, la del debate cara a cara de los tres líderes llamados a pugnar por ser el futuro secretario general del PSOE, iban a encontrarse en la situación en que se hallan a día 15 de mayo de 2017, siete meses y medio después de un día para la historia y el olvido en el seno del PSOE, el del comité federal más bochornoso de sus 138 años de existencia.