Link Wray era un tipo peculiar. Bueno, mejor dicho, fueron el devenir de la vida y el caprichoso destino los que hicieron de él una particular estrella del rock. Indio mestizo, e influido por el fervor religioso de su madre, fue precisamente el hecho de asistir a oficios en los que la música era la protagonista, así como su curiosidad por los sonidos emanados de aquel blues negro y espeso, lo que le llevó a querer probar suerte en esto de la música.