La mujer del presunto autor del drama de Pau, Francia, que se suicidó tras causar la muerte de su esposa, su hijo de dos años, su suegro y la pareja de este, tenía cita con un abogado para iniciar los trámites de su divorcio el mismo día del suceso. Manuela se había refugiado en el domicilio de una compañera de trabajo por temor a la reacción de su marido, Badr, contra quien había presentado una denuncia la semana anterior. Fue la Policía quien le aconsejó abandonar el domicilio conyugal.