Se comprende que, dado el tamaño de su cabeza, resultando prodigioso y sobrenatural mantenerla sobre los hombros desafiando la ley de la gravedad , ha debido transcurrir un tiempo desde que llegó a España y estas (de)in-formaciones viajasen por su cráneo hasta recordar episodios totalmente nuevos, cambio de colores milagrosos en vehículos, golpes de carrocería que echan de la carretera a su vehículo pero que no dejan huella en la carrocería y hasta el árbol contra el que colisionó, plantado allí sin duda por la seguridad cubana.