Mélenchon y Le Pen guardan muchas semejanzas, tanto en el ámbito no económico (ambos abogan por un control político de los medios de comunicación, restablecer el servicio militar obligatorio, salir de la OTAN o promover el imperialismo cultural francófilo), como sobre todo en el económico. Mélenchon, como Le Pen, apuesta por aún más gasto público, por más impuestos, por más proteccionismo, por más regulaciones, por más crédito barato, por más endeudamiento público, por más estímulos keynesianos y por más planificación económica.