Los cubanos, que vivimos bajo un gobierno de ideología cerrada que controla todos los medios internos (prensa, radio, televisión y hasta etc…), nos perdemos la posibilidad de ver todo el espectro de ideas de la actualidad y no alcanzamos a disfrutar de la sensación de ser ciudadanos del mundo. Aquí la información es otra cosa: es ilegal, deshonrosa, inútil y banal para el hombre común; es peligrosa, subversiva y dañina para la salud de las mentes.