El día que mi padre compró un lobo yo tenía cuatro años. Pusimos al cachorro el nombre de Dusty y le preparamos una jaula al final de la cancha de baloncesto, frente al garaje. Llevábamos una vida de lo más estrafalaria para los estándares de Pittsburgh: mi padre tenía 8.000 metros cuadrados de tierras y seis huskies, y su mayor afición eran las carreras de trineos. Solía participar en las competiciones del área triestatal de Pennsylvania y, a medida que mis hermanos y yo nos hacíamos mayores, compraba más perros y organizaba nuestras vidas.

Los perros son considerados más tolerantes y menos agresivos en comparación con sus antepasados, los lobos. Pero investigadores del Instituto de Investigación Messerli de Viena cuestionan esta imagen. Muestran en un estudio reciente que los lobos interactúan con sus congéneres en una forma aún más tolerante que los perros, lo que sugiere que los perros tienen una jerarquía de dominancia más pronunciada que los lobos. La buena relación entre los humanos y los perros fue sin duda influenciada por la domesticación.

Hay alrededor de 1.300 millones de vacas en el mundo. Los pocos cambios genéticos indican que provienen de tan solo 80 cabezas. Ese es el nuevo hallazgo de un equipo de investigadores británicos, franceses, y alemanes, que extraen el ADN de huesos de vacas que encuentran en campo arqueológico de Irán que se remonta a poco después de la domesticación de las vacas.

La domesticación del perro le ha robado la capacidad de aprender de otros perros, acostumbrado a algo tan fácil como menear la cola y mirar hacia nosotros pidiendo soluciones. En un centro austriaco de estudios sobre el lobo se hizo que un perro resolviese un problema para conseguir un regalo del interior de una caja, mientras otros perros o lobos observaban cómo lo lograba. De los 15 perros que lo vieron, solo 4 lograron replicar la solución. De los 12 lobos que vieron resolver el problema, todos ellos lograron su objetivo al primer intento.

Según el doctor Brian Hare no fueron los humanos los que se acercaron a los lobos y los domesticaron sino que fue al revés. Los lobos se acercaron a los hombres en busca de sus desechos y descubrieron que siendo amistosos los humanos toleraban su presencia mientras que si se mostraban agresivos los humanos los masacraban. En poco tiempo los lobos en contacto con humanos evolucionaron para comprender las costumbres y gestos de los hombres y adquirieron un aspecto más amistoso, lo que les permitía carroñear las basuras sin ser molestados.