Sucedió en Santiago de Compostela. Un individuo, al parecer traficante de drogas profesional, rompió una de las reglas doradas de su gremio, y se puso a ofrecer droga a los viandantes en plena Xeneral Pardiñas, una céntrica calle compostelana. Aprovechando la coyuntura, el presunto camello se puso a ofrecer cocaína a los peatones a calzón quitado, con tan mala pata que dio con dos guardias civiles de paisano. «Pssst, ¿queréis fariña», susurró el insensato a los picoletos.