Sentada frente a una computadora, Socorro escribe, envía correos y navega por Internet casi como cualquier otra persona, pero con la diferencia de que no tiene brazos, y a sus 43 años entra al mundo de la informática gracias al "ratón ocular", un software desarrollado en Brasil. El sistema, que cuesta unos 100 dólares (70 euros), podría abrir un nuevo camino en Brasil a unos cuatro millones de personas tetrapléjicas, que sufren de distrofia muscular y otras enfermedades degenerativas, víctimas de accidentes cerebro-vasculares etc ...