Cualquier contraseña se puede cambiar, pero la información biométrica de tu cara, de tus ojos o de tu huella dactilar es inmutable y será la misma durante toda la vida. Ese es, precisamente, el principal riesgo al que se están exponiendo las millones de personas que se han ido registrando, desde hace algo más de un año, en Worldchain, una criptomoneda y plataforma blockchain desarrollada por los creadores de ChatGPT y que se ha ganado la atención del sector de las grandes tecnológicas y de una cantidad ingente de usuarias.