Pero ante todo y sobre todo, si queremos poder disfrutar de una verdadera igualdad entre hombres y mujeres, homosexuales y heterosexuales, bisexuales, transexuales, intersexuales, católicos, protestantes, ortodoxos, judíos, musulmanes, altos, bajos, rubios, morenos, pelirrojos… en definitiva una verdadera igualdad entre seres humanos, entre personas, debemos dejarnos de manipulaciones, de luchas de poder, o de intentar estar por encima de los demás.