Lewinsky, en sus declaraciones al fiscal afirmaba que normalmente dedicaba a Clinton su favor sexual oral en un recibidor sin ventanas del estudio privado del Despacho Oval mientras que el presidente se mantenía apoyado en la puerta del cuarto de baño, porque, según la declarante, esto le aliviaba el dolor de espalda. Esta primera aproximación no es baladí y procura una dimensión aledaña pero sin duda significativa a la mera satisfacción sexual que en este caso concreto pudiera procurar la felación en sí misma.