Benyedid ha sido considerado como el padre de la democracia argelina, al abrir la puerta del país al multipartidismo. Tras la revolución popular del 5 de octubre de 1988, que se saldó con cientos de muertos y heridos, el presidente decidió emprender una serie de reformas políticas a través de un referéndum que desembocaron, en febrero de 1989, en la autorización de los partidos políticos, abriendo el camino a la libertad de expresión por primera vez en el país magrebí.