El realismo aplastante del dinero nos ha devuelto a la cordura. Ya podemos vivir como es debido. Es decir, sin ilusiones y muertos de miedo. Fidel derrocó a Fulgencio Batista, el tirano para quien Cuba era un casino y para quien los cubanos eran o putas o limpiabotas. La imagen del Che presidía las habitaciones de los jóvenes de medio mundo. Más tarde, la utopía hippie, los Beatles, el mayo del 68, la lucha por los derechos civiles en Estados Unidos, la irrupción del feminismo, la fantasía de la Europa unida e incluso aquí en España...