Son cursis y, muchas veces, son infantiles.- Ahí reside una de las claves: la infantilización del lenguaje experimentada por muchas parejas en el primer estadio de la relación. En inglés, el fenómeno se conoce como "babyspeaking", y es similar al que otros humanos solteros pueden vivir cuando se dirigen a, bueno, a un bebé o a su mascota. En Bustle investigaron el fenómeno de la mano de varios psicólogos y antropólogos, y comprobaron que la reducción del lenguaje (diminutivos incluidos) contribuye a crear un código comunicativo común...