Que se casen, pero que no lo llamen “matrimonio”, clamaba Rajoy. Que intervengan a España, pero que nadie diga que la han rescatado, dirá ahora. You say tomato, I say bail out Pues bien: aquí les propongo pensar la intervención de España, el rescate al país, en clave de capitulación (del gobierno), de humillación (al país) y de purificación o cathársis (de todos, en plan teatro total). Elijan la que más les guste, propongan una alternativa pero, ¡por Dios!, hagan un esfuerzo por no cambiarle el nombre