En Brasil, una pareja estaba disfrutando de un día de playa, pero tuvieron un calentón y los dos decidieron refrescarse en el agua. Una vez metidos en el agua, pensaban que nadie se fijaría en ellos, así que empezaron a echarse un polvo. Evidentemente, las personas que estaban en la playa se dieron cuenta de lo que estaban haciendo, así que les grabaron. Y, cuando acabaron, todo el mundo que les miraba les aplaudió y, a parte de la ovación también se llevaron una multa. Sin duda un polvo algo caro.