La empresa española European Security Fencing, ubicada en Málaga, ha vendido las concertinas a Hungría, según confirmó a El Mundo. La compañía ha cerrado su cuenta de Twitter después de un tuit promocional, en plena crisis de refugiados, que desató las críticas de los usuarios. "¡De aquí al resto de Europa! El 100% de de las
#concertinas elaboradas en Europa proceden de nuestras fábricas", decía el comentario.