¡Cómo disfrutaron en aquel tiempo, qué felices llegaron a ser, cuántas patadas le dieron en el hígado al ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos! Arturo Pérez-Reverte le llamó literalmente “perfecto mierda”. El diario Wall Street Journal, propiedad de un facineroso denominado Rupert Murdoch -al que adoró, en el verano pasado, el ínclito Pedro J. Ramírez- acusó a Moratinos de ser “un hombre de Castro en Europa”. Federico Jiménez Losantos lo llamaba ¡Moratinos, desatinos!