La Catedral de Santiago detectó desde 2005 un "desfase" entre el dinero de la caja fuerte y el que figuraba en su contabilidad, algo que, sin embargo, no denunció y que cesó cuando se cambió la caja, en el año 2008. Así lo ha asegurado este viernes el responsable de contabilidad de la basílica compostelana, Pablo Ceán, quien ha explicado que únicamente tres personas, entre ellas un canónigo, se encargan de recoger el dinero en metálico de la basílica a su cierre, separar las monedas de los billetes y luego contarlo para pasarlo luego a una caja