"Estaba determinada a encontrar a su hijo, y fue a la sede del 'EI' para verlo", asegura Yasir Abdullah, guarda de seguridad, "los hombres del 'EI' le dijeron que se sentase porque había viajado mucho y le dijeron que comiese algo antes de llevarle a ver a su hijo", explica. "Le trajeron tazas de te y le dieron una comida de carne, arroz y sopa. Pensó que eran muy amables", describe. "Pero le habían matado y descuartizado, y cuando acabó la comida y pidió ver a su hijo, se rieron y dijeron 'Te lo acabas de comer'".