Papas, choclo (maíz), ají, lechugas, pimientos, tomates y calabacines son algunos de los cultivos que nunca faltan en el huerto de Gloria. Además, se dedica a la ganadería y cría animales para luego venderlos. También lleva un negocio de telar. “Todo el mundo gana”, asegura, con este tipo de intercambio y así “con un poco de aquí y de allá nos vamos ganando las lucas (dinero), que aquí no se necesita tanto para vivir”.