(...) No debe de ser fácil lidiar, por ejemplo, con la soez condición populista del diputado Cañamero, que suele confundir la carrera de San Jerónimo con una feria de animales y gañanes, o con la asombrosa estolidez intelectual del diputado Rufián, cuyo oportunismo y desvergüenza crean verdaderas obras maestras para YouTube. Aunque es justo reconocer que no se trata de elementos aislados, sino que forman parte de un conjunto o una tendencia. De unas maneras nuevas, pintorescas, dispuestas, como hacen los chuchos, a mear territorio.