Los chalecos amarillos ya están aquí. O, al menos, así lo pretenden demotrar las personas que, ataviadas con el inconfundible uniforme de los manifestantes franceses, han tomado algunas calles del Principado, en la cuales se vivieron leves escenas de caos, como en el Casco Antiguo de Oviedo, donde varios de estos individuos han protagonizado altercados, «rompiendo mobiliario urbano, insultando y amenazando a los transeúntes», según informan fuentes policiales.