Bien, eso está muy bien, pero me da que no. Porque esos 100 millones de las antiguas pesetas no suponen ni siquiera un atenuante en la causa que la hermana del Felipe VI tiene abierta contra ella. La maniobra intenta algo así como: “Va, tomad estos 600.000€ y me la dejáis en paz”. Anticorrupción, que depende del gobierno, lo mismo podría haberla reclamado esa cantidad, que un millón de euros, 300.000 o 50 entradas para el estreno de la última del Hobbit.