La banca gana mucho dinero. De eso hay pocas dudas. Y sería bueno, incluso, que ganara más. Estaríamos ante una señal de fortaleza económica. Pero también los comerciantes, los hoteleros, los profesores, los abogados, los autónomos, los curritos…, y hasta los periodistas. Pero ocurre que no sucede exactamente eso. La vida no trata por igual a todos.