"Mi hija de nueve años entró en el cine con la ilusión de que Elsa fuera lesbiana. Porque en 2019 la princesa Elsa se ha convertido en un icono LGTBI para todos los públicos sin necesidad de salir del armario. Desde que cantó aquel liberador “Suéltalo” en la primera película, la idea de que Elsa era gay corrió por Internet, con su propio hashtag: #GiveElsaAGirlfriend ("dadle a Elsa una novia”). Los creadores lo sabían. Pero la han mantenido soltera. Sin embargo, han intentado contentar a todos. Así, cuando termina la película, Elsa no es...

Repaso de este fenómeno en taquilla, qué premios ha conseguido, cómo el marketing lo ha aprovechado y, sobre todo, qué tiene Elsa para que haya generado tanto furor entre el público. Y, como no, no nos olvidamos del #GiveElsaAGirlfriend en Twitter. ¿Por qué no le han prestado atención y Elsa se queda sin novia en la próxima película?

El movimiento en redes sociales #GiveElsaAGirlfriend ("Dadle una novia a Elsa") ha provocado un debate sobre la representación de modelos LGTB en el cine, y sobre todo en el cine destinado a los niños. Disney prepara 'Frozen 2' (secuela tan obvia como innecesaria de una máquina de hacer de dinero) y una parte del público lo ve como una oportunidad para que la orientación sexual de la princesa del hielo, una de las lecturas de subtexto más extendidas de los últimos años entre la cinefilia, se vuelva explícita.