Cuentan que el conde Gómez Tortosa, amigo de su padre, se refirió a él lamentando que “este niño va a ser un desgraciado, no tiene ambición ninguna”. Siete décadas después, cuando el cáncer agotaba sus fuerzas, solía repetir a su mujer: “Voy a palmar, María. Ya no veré la séptima”. Cuando Santiago Bernabéu murió, el 2 de junio de 1978, daba ya nombre al estadio del club que había presidido durante casi 35 años y al que había llevado a convertirse en el equipo más laureado del panorama futbolístico mundial.
|
etiquetas: historia , santiago bernabéu , real madrid , fútbol