Poco después del anuncio de McCulloch, Ferguson entró en erupción. Se incendiaron edificios, que se quemaron por completo. Se vieron coches envueltos en llamas. La policía antidisturbios reprimió violentamente a los manifestantes y, haciendo caso omiso de las tan pregonadas “reglas de compromiso” acordadas con los organizadores de la protesta, lanzó gases lacrimógenos a los residentes indignados. A lo largo de la noche también resonaron algunos disparos de arma de fuego.
|
etiquetas: ferguson , policia , racismo , missouri