En 2010 tuve la fantástica oportunidad de tropezarme con una de las peores y mejores películas de todos los tiempos. El año que marcó un hito personal. Un antes y un después en el modo de contar historias. Fue el año en que el absurdo rasgó el tejido del espacio-tiempo y la incoherencia se coló de lleno en mi pantalla. 2010 fue el año de ‘Rubber’, la película en que un neumático con poderes telequinéticos mata gente. No, no nos hemos vuelto locos, esta película existe de verdad y además ha sido ganadora de numerosos premios.
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