Ni la victoria de Trump, ni el Brexit, ni el crecimiento de la extrema derecha, ni el boom del populismo son casualidad. El economista británico Carl Frey y su equipo sostienen que el crecimiento de los movimientos radicales por todo el mundo no es un accidente: es una consecuencia directa de la automatización industrial y la robotización de la economía que arrancó en los años 80.
|
etiquetas: populismo , automatización , robot